Se habla de salud financiera y de cómo mejorarla. Y de eso trata este artículo: de ayudarte a tener una buena salud financiera que te permita estar tranquil@ y vivir mejor.
Pero, antes, debemos saber qué es la salud financiera personal y de qué factores depende estar sano financieramente.
Qué es la salud financiera y de qué depende
Simplificando, la salud financiera es el equilibrio entre el dinero que entra en el hogar y el que sale. Sin embargo, ganar más de lo que gastas no es sinónimo de tener una buena salud en el ámbito de las finanzas personales. También es importante tener una buena capacidad de ahorro, así como contar con inversiones de las que obtener rendimientos.
Con estos tres elementos: equilibrio, ahorro, e inversión, podrás contar con suficiente dinero para asumir todos tus gastos y afrontar imprevistos futuros gracias a tus ahorros.
Entonces, ¿qué tengo que hacer para mejorar mi salud financiera?, te estarás preguntando.
Como todo en el mundo de la salud, tienes que partir de un diagnóstico de salud financiera.
Cómo saber si mis finanzas personales son sanas
Hay tres factores esenciales que tienes que analizar para saber tu nivel de salud financiera actual. Solo conociendo tu punto de partida, sabrás cuáles son los aspectos económicos que debes mejorar.
Cumplir con la regla del 50-30-20
El equilibrio en el uso de tu dinero es esencial. Por eso, es imprescindible saber a qué destinas tu dinero.
Haz un cálculo de cuánto dinero inviertes en gastos fijos, cuánto dinero te dejas en gastos variables y qué parte de tus ingresos ahorras. Ahora, calcula los porcentajes y compáralos con la regla del 50-30-20.
Si un 50% de tus ingresos se te van en gastos fijos, un 30% en gastos variables, y un 20% lo destinas a ahorrar, es que eres el equilibrio en persona. Si los porcentajes son diferentes, y ahorras menos de un 20% o destinas más de un 30% a los gastos variables, es que hay margen de mejora. ¡Así que no te saltes ni una coma!